FORMACIÓN DE AGENTES DE CULTURA CIENTÍFICA

http://www.oei.es/cursoagentes/index.html

Curso enfocado a mejorar las capacidades y conocimientos de aquellas personas vinculadas profesionalmente al ámbito de la gestión de I+D+i, la comunicación institucional en centros públicos o privados de investigación, la promoción de la actividad científica, la transferencia de conocimientos o el periodismo científico y de divulgación.
Este curso virtual es una iniciativa del la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), cuenta con la coordinación académica de la Fundación DiCYT y del Instituto eCyT de la Universidad de Salamanca (España), y con la colaboración de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Esta estrategia de formación se ofrece en el marco de la Escuela de Ciencia del nuevo Centro de Altos Estudios Universitarios de la OEI. El costo de la matricula es de 750 Euros; sin embargo, la OEI ofrece 20 becas consistentes en la rebaja de 500 Euros.

CITA CITABLE

AÑO DE LAS CIENCIAS EN ARGENTINA

El 2008 fue declarado en Argentina como «Año de la Enseñanza de las Ciencias«. Así, este tema se constituye en una prioridad de las políticas estatales. Los ministerios tanto de Educación, como de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva han diseñado un conjunto de actividades destinadas a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en el área de las ciencias naturales y la matemática, con el fin de contribuir al desarrollo de la alfabetización científica de la sociedad. Tales acciones involucran a distintas áreas del Estado, a los actores del sistema educativo, en todos sus niveles y modalidades, a las instituciones científicas y tecnológicas, así como a otros individuos y organizaciones comprometidos en llevar adelante iniciativas para el desarrollo del conocimiento científico.
En el portal (http://www.educaciencias.gov.ar/) destinado a promover las actividades planificadas durante el 2008, se puede encontrar la agenda de actividades programadas por ambos ministerios, así como aquellas iniciativas desarrolladas por otros actores del sector público, del sector privado y de las organizaciones de la sociedad civil.
También se puede acceder tanto a una variedad de recursos didácticos y de apoyo a docentes y alumnos, como a propuestas de actividades para desarrollar en familia.

Documentos relacionados:

FUENTE:
Portal «2008, Año de la Enseñanza de las Ciencias» http://www.educaciencias.gov.ar/

CURRÍCULO DE TECNOLOGÍA EN ARGENTINA

En Argentina, Tecnología es un área de formación general para todos los alumnos, desde nivel inicial, continuando con la Educación general básica (EGB), hasta la Educación Polimodal. Los propósitos de esta nueva área escolar se orientan a que los alumnos conozcan y comprendan conceptos relacionados con los modos en que las personas intervienen de forma intencionada y organizada sobre el medio natural y social, actuando sobre los materiales, la energía o la información.
El área curricular de Tecnología promueve el desarrollo de capacidades vinculadas con el «saber-hacer», con la inteligencia práctica, con la resolución de problemas relacionados con el diseño, la producción y el uso de tecnologías. Mediante una mirada crítica, se pretende enmarcar el quehacer tecnológico, en relación con las finalidades económicas, sociales, políticas de cada época y lugar, atendiendo también a los impactos y efectos sobre las personas, la sociedad y el medio ambiente.

PROPUESTAS PARA EL AULA
A continuación se ofrecen enlaces a una serie de documentos publicados por el Ministerio de Educación de Argentina en el 2007. Estos constituyen material valioso, descargable en formato PDF, que los docentes de Educación en Tecnología de toda Latinoamérica pueden aprovechar para enriquecer sus clases.

NIVEL PRIMARIO (archivo en formato pdf)
Primer ciclo (1°, 2°, 3°):
– Procesos tecnológicos
– Medios técnicos
– Reflexión sobre la tecnología, como proceso socio cultural: diversidad, cambios y continuidades.

CUADERNO PARA EL AULA (Primer ciclo nivel primario, pdf)
1° grado: Diseño y construcción de una herramienta
2° grado: Diseño y ensayo de ideas para copiar figuras
3° grado: Una experiencia de producción

CUADERNO PARA EL AULA (Segundo ciclo nivel primario, pdf)
4° grado: Los procesos y las técnicas de conformación
5° grado: Analizar, diseñar y construir máquinas sencillas
6° grado: La organización de los procesos de producción

EGB1 (archivo en formato pdf)
No 1: Los materiales.
No 2: Las herramientas.
No 3: La resolución de problemas.
No 4: Elaboración de productos.
No 5: Organización del lugar de trabajo.
No 6: Los cambios tecnológicos.
No 7: La información técnica.

EGB2 (archivo en formato pdf)
No 1: La mecanización de las tareas.
No 2: Herramientas, mecanismos, máquinas.
No 3: Análisis de comportamientos y construcción de modelos.
No 4: Con la fuerza de los motores.
No 5: Medir para controlar.
No 6: La resolución de problemas.

EGB3 (archivo en formato pdf)
No 1: La regulación en los sistemas eléctricos
No 2: Análisis y diseño de sistemas de control lógico
No 3: El análisis y el diseño mediante el enfoque de sistemas
No 4: Un proyecto de investigación en Tecnología
No 5: Comunicación paralelo y serie
No 6: Energía e información

EDUCACIÓN POLIMODAL (archivo en formato pdf)
N° 1: Los procesos de producción
N° 2: La producción flexible
N° 3: Descifrar códigos
N° 4: Transmisión y almacenamiento de imágenes
N° 5: Codificación de la información
N° 6: Señales analógicas y digitales

En Argentina la Educación general Básica (EGB) se divide en EGB 1 (1º ciclo, estudiantes de 6 a 8 años; EGB 2 (2º ciclo, estudiantes de 9 a 11 años); EGB 3 (3º ciclo, estudiantes de 12 a 14 años). Además, a la educación polimodal acuden estudiantes entre 15 y 17 años.

CRÉDITO:
Tomado del sitio Web del Ministerio de Educación de Argentina.
Para comunicarse: Pizzurno 935, segundo piso, oficina 243 (ala Marcelo T. de Alvear), CPA C1020ACA, Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Tel. 011- 4129-1000 int. 7406. Correo electrónico: areas@me.gov.ar
Este texto se reproduce aquí únicamente con fines exclusivos de ilustración de la enseñanza, de acuerdo con: Artículo 10 del Convenio de Berna (OMPI); Artículo 22 del Acuerdo de Cartagena, Decisión 351 de la CAN; Artículo 32 de la Ley 23 de 1982 de Colombia. Ver el artículo Limitaciones a los Derechos de Autor.

EL CONOCIMIENTO TECNOLÓGICO

Ministerio de Educación de Argentina
http://www.me.gov.ar/curriform/mastecno.html

«El mundo que habitamos es un mundo marcado por la artificialidad, construido por las sociedades a través del tiempo. La acción intencionada de las personas sobre la materia, la energía y la información produce una serie de artefactos y artificios que constituyen nuestro entorno tecnológico. Sin embargo, los niños pequeños conciben a los productos de la acción técnica como si fueran el resultado de algo «natural», independiente de la acción y de las intenciones humanas, los conciben como algo externo a ellos que le es dado o impuesto. La educación debe encargarse de «desnaturalizar» los productos y procesos tecnológicos, de modo tal que esto permita el desarrollo de un pensamiento crítico en relación con ellos. Por esta razón es necesario para la escuela abordar contenidos relacionados con las distintas maneras en que la humanidad ha modificado tanto al medio natural como sus propias costumbres en función del mundo artificial que ha ido creando.
La función de la escuela no será la de «comunicar la novedad» de que existe lo que los alumnos seguramente ya saben que existe, sino mostrar los «precios ocultos» pagados para que lo artificial exista del modo en que se nos presenta. A tal fin se pretende que los alumnos analicen el quehacer tecnológico de una época y una cultura, preguntándose acerca de «qué se hace», «cómo se hace», «con qué se hace» y «por qué se procede así». La posibilidad de comparar los «modos de hacer las cosas» en su entorno social actual, con los de otras épocas y otras culturas, les permitirá reconocer qué cambia, qué permanece inalterado en los procedimientos, y qué podría haber sido en realidad diferente de como es, tanto en relación con los medios utilizados como con los conocimientos necesarios para realizar las tareas.
En la enseñanza de la Tecnología, desde la perspectiva de la formación general, cobra relevancia, el concepto de «sistema». Son objeto de estudio los sistemas técnicos que procesan materiales, energía o información, mediante operaciones, tales como la transformación, el transporte o el almacenamiento. El modo en que estas operaciones se crean o se modifican, la manera en que se controlan, los medios que se emplean, la organización de las mismas formando procesos o las relaciones con el contexto en que surgen y se desarrollan, configuran un cuerpo de conocimientos que busca englobar elementos aparentemente sueltos y permite mostrarlos como proyecciones de algo más general.
La tecnología tiene un «lenguaje» propio que involucra formas de representación y de comunicación, con la intención de volver más eficiente el diseño, o el de uso de un determinado artefacto, o el proceso de reproducción de algún tipo de producto. Las situaciones en las que los alumnos resuelven tareas de escritura específicas del área de Tecnología, son aquellas que combinan textos verbales y no verbales para comunicar información técnica. La producción de un instructivo para el armado de un artefacto, la representación gráfica de formas y estructuras en planos o la escritura de un manual de uso de una máquina, son ejemplos de comunicaciones que suponen un uso particular del lenguaje, por lo que merecen un tratamiento específico al interior del área.
El conocimiento tecnológico se relaciona con la posibilidad de transformar la realidad. Esta intencionalidad, característica de la acción tecnológica, brinda excelentes oportunidades de promover un tipo de desarrollo cognitivo relacionado con el pensamiento estratégico, diferente del procesamiento rutinario (más asociado con una técnica o habilidad). Se busca con esto promover en los alumnos la posibilidad de explicitación de metas, de condiciones de producción y de anticipación de logros esperados cuando se realiza una tarea».

CRÉDITO:
Texto tomado del sitio Web del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina. http://www.me.gov.ar/curriform/mastecno.html
Este texto se reproduce aquí únicamente con fines exclusivos de ilustración de la enseñanza, de acuerdo con: Artículo 10 del Convenio de Berna (OMPI); Artículo 22 del Acuerdo de Cartagena, Decisión 351 de la CAN; Artículo 32 de la Ley 23 de 1982 de Colombia. Ver el artículo Limitaciones a los Derechos de Autor.

INNOVACIONES EN LA EDUCACIÓN TECNOLÓGICA

En el año 2003, los ministros y máximas autoridades de los países signatarios del Convenio Andrés Bello (CAB) aprobaron el «Plan de Acción Conjunta en Ciencia y Tecnología» En el marco de dicho Plan se comprometieron a realizar acciones tendientes a establecer programas tanto de popularización de la Ciencia y la Tecnología, como en mejorar su enseñanza. En Octubre de 2004 el CAB publicó la primera versión del informe: «La enseñanza de la ciencia y la tecnología en los países del Convenio» En él se incentiva el debate y el intercambio de ideas en este tema, al tiempo que se presentan los avances de la programación en ciencia y tecnología en los países del CAB.
A continuación se transcribe un fragmento del apartado «Innovaciones en la Educación Tecnológica» por encontrarlo interesante ya que de cierta manera promueve que la Tecnología se enseñe de la mano de las Ciencias Naturales. Aunque reconoce que la metodología de la ciencia y la tecnología tienen diferencias fundamentales tanto en la profundidad de los cursos, como en las metas y los objetivos del trabajo educativo, hace hincapié en que la base de los métodos generales es la misma.

1.10 Innovaciones en la Educación Tecnológica
Por Orlik Y, Hernández L., Navas A.
La innovación en las tecnologías es un proceso básico de la evolución humana. Durante los últimos años se ha producido de una forma especialmente acelerada, llegando a ser considerada como la tercera gran revolución social de la historia de la humanidad, tras la revolución agraria y la revolución industrial [1]. Las metodologías innovativas en la educación tecnológica, tienen por esta razón, importancia especial para el mejoramiento de la enseñanza.
A nivel de escuela primaria la organización normal de educación tecnológica es la implementación de los temas de técnica e ingeniería, en los currículos de ciencia para menores. Lógicamente que como mencionamos anteriormente, el nivel científico de esta información debe ser muy bajo y la metodología debe ser basada en el material ameno, motivación de alumnos, información interesante sobre máquinas, aviones, tecnologías, etc.
Hay varios ejemplos de este tipo de tecnología educativa. Uno de los caminos innovativos para desarrollar la motivación y la creatividad de los jóvenes, es la organización de las clases y el trabajo extraclase con la modelización de diferentes máquinas no sólo tan sofisticadas como los automóviles y aviones sino, aparatos sencillos como de cocina, equipos domésticos, etc. [2].
Los alumnos con gran interés en esto, construyen modelos simples de mecanismos eléctricos y mecánicos, utilizando los materiales de uso común: papel, cartón, madera, aluminio, plastilina, etc. Estas actividades en la clase coinciden con el trabajo educativo extraclase, que se organiza en la educación no formal en los diferentes círculos de mecánica amena, Casas de Ciencia y Tecnología juvenil, etc.
Existen otras experiencias interesantes de este tipo, por ejemplo el Instituto Técnico Industrial «Centro Don Bosco», Bogotá, Colombia. En el proyecto educativo de este colegio están incluidos cursos para el desarrollo de capacidades técnicas de los estudiantes y aplicación de estos conocimientos para la elaboración de maquetas y modelos de diferentes tipos. Por ejemplo uno de los productos de este trabajo, fue el brazo robótico, construido por un grupo de estudiantes, guiados por los docentes, y presentado en el evento nacional Expociencia Juvenil. Este interesante proyecto ganó premios especiales nacionales.
Otro ejemplo interesante a nivel latinoamericano lo ofrece la Feria Juvenil de soluciones tecnológicas, llevada acabo en Chile. La cual se constituye en una oportunidad, para la divulgación de materiales sobre las tecnologías modernas e ingenierías en el diseño de cursos especiales para la escuela secundaria y el colegio.
Como mencionamos anteriormente, la introducción de estos cursos nuevos, siempre tiene dificultades organizacionales debido a la resistencia del sistema educativo institucional tradicional, porque es necesario recortar las horas de cursos de ciencias tradicionales, etc. Superar estas dificultades se puede, a nivel de institución educativa si los dirigentes analizan sistemáticamente el contenido de todos los currículos en la institución, creando las condiciones para las nuevas asignaturas debidamente diseñadas y que producen efecto positivo general en los conocimientos y habilidades de los estudiantes.
Un ejemplo de este curso es, introducción a las ingenierías [3] Este curso es de un semestre, diseñado para introducir en ingenierías a los estudiantes de un colegio.
El currículo del curso tiene cinco partes: construcción del aparato para la producción de café; cromatografía; acústica de una habitación; diseño de puentes; solución de problemas difíciles. Durante estos cursos, los estudiantes efectúan las correspondientes actividades, resolviendo problemas del mundo real, desarrollando su creatividad y otras habilidades de alto nivel.
Los cursos nuevos de este tipo también son buenos métodos para desarrollar interés en los jóvenes hacia las carreras de ingenierías.
La educación científica-tecnológica en las zonas rurales de diferentes países, es una parte muy importante del sistema educativo. Las necesidades del aumento de calidad de la educación de este tipo son imprescindibles. Existen interesantes ejemplos latinoamericanos de educación tecnológica agroindustrial.
Por ejemplo en el Centro Educativo Matriz Parambas, Ecuador, crearon la metodología de integración curricular con actividades productivas. En este sistema aplicado en la zona agraria, se diseñaron una serie de interesantes actividades conducentes a que niños y jóvenes aprendan mejor las tecnologías agropecuarias.
Dentro de la asignatura tradicional de Ciencias Naturales en básica primaria, incluyeron varios temas de la vida cotidiana. Reconocer cantidad de vacas, utilidad de la leche, calcular distancias en el campo, reconocer épocas de cosecha, valorar el alto grado de importancia del agua, etc.
Las actividades productivas del curso están directamente relacionadas con las diferentes ciencias. Por ejemplo, el corte de la maleza con machete, está relacionada con las partes de las plantas y las figuras geométricas básicas (rectángulo, cuadrado), etc. Hay interesantes experiencias educativas de este tipo, cuando, por ejemplo, en las escuelas rurales, en los cursos de ciencias, organizan para los estudiantes actividades interesantes con lombricultura (lombriz californiana). En estas actividades los alumnos aprenden no sólo importantes enlaces de biología con conocimientos de agro, sino conocimientos de economía, y aspectos socioculturales, etc. [4].
Es importante que se estén organizando investigaciones con este tipo de metodologías, especialmente para educación formal y no formal en las zonas rurales. Por ejemplo existen varios proyectos de este tipo en la Facultad de Ciencias y Educación, Universidad Pedagógica Nacional, (Bogotá, Colombia), y otras instituciones.

BIBLIOGRAFÍA
[1] Pérez Aguado A. El servicio de renovación pedagógica de la comunidad de Madrid y la innovación educativa. VIII Encuentro de Innovadores e Investigadores en Educación. Convenio Andrés Bello, 2000, p. 77.
[2] Good K. An approacha to primary design in technology education and some innovative technique. Journal of Science Education, v.3, N.2, pp 90-92, 2002.
[3] Ponton, K. Sullivan, M. Kendricks, J. Seiner. Introduction to Engineering: An Assessment of a High School Course. Journal of Science Education, V2, vol4, pp 57- 61, 2003.
[4] Rojas S. Una brigada ecológica para la escuela. Conocer y amar el suelo de Limache. VIII Encuentro de Innovadores e Investigadores en Educación. Convenio Andrés Bello, 2000, p. 213.

CRÉDITO:
Yuri Orlik, Luz C. Hernández, Ana M. Navas. 2004. La enseñanza de la ciencia y la tecnología en los países del Convenio. Bogotá: Convenio Andrés Bello. Los puntos de vista, conceptos y opiniones que se exponen en este documento no reflejan, necesariamente, la posición del Convenio Andrés Bello (CAB).
Este fragmento está compuesto por apartes de las páginas 131-133 de este libro y se reproduce aquí únicamente con fines exclusivos de ilustración de la enseñanza, de acuerdo con: Artículo 10 del Convenio de Berna (OMPI); Artículo 22 del Acuerdo de Cartagena, Decisión 351 de la CAN; Artículo 32 de la Ley 23 de 1982 de Colombia. Ver el artículo Limitaciones a los Derechos de Autor.

CITA CITABLE

MODELOS DE RELACIÓN ENTRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

El profesor José Antonio Acevedo Díaz publicó en la revista Eureka un muy buen artículo en el que de una parte aborda similitudes y diferencias entre Ciencia y Tecnología aproximándose a sus significados desde sus respectivas prácticas y, de la otra, trata cinco modelos de relación de estas dos disciplinas desde un punto de vista social e histórico. La relación y, por tanto, la diferencia entre Ciencia y Tecnología es un asunto conceptual con el que a diario debe lidiar un docente de Educación en Tecnología. A continuación se presenta un resumen de la segunda parte de dicho artículo, no sin antes recomendar su lectura completa. El artículo se puede descargar en formato PDF del sitio Web de la Revista Eureka o directamente, haciendo clic aquí.

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El profesor Acevedo parte de los cinco modelos propuestos por Niiniluoto [1]:

  1. La ciencia y la tecnología son independientes desde un punto de vista ontológico [2] (cada una tiene su propia entidad). También son causalmente independientes o cuasi-independientes.
  2. La ciencia y la tecnología tienen independencia ontológica, pero hay interacción entre ambas.
  3. La tecnología se subordina a la ciencia y puede reducirse a ella; depende, pues, de la ciencia desde una perspectiva ontológica.
  4. La ciencia se subordina a la tecnología y puede reducirse a ella; es decir, tiene una dependencia ontológica de la tecnología.
  5. La ciencia y la tecnología son la misma cosa (tecnociencia postmoderna); esto es, no se diferencian ontológicamente.

1. INDEPENDENCIA ONTOLÓGICA Y CAUSAL ENTRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
En la antigua Grecia clásica la mayoría de los filósofos de la naturaleza se ocupaban de una ciencia teórica (episteme) sin una técnica empírica (techne) -Arquímedes fue una brillante excepción-; ambas eran, pues, ontológica [2] y causalmente independientes. Sin embargo, es muy difícil apoyar esta tesis en la actualidad [1].
Para ilustrar este modelo suele recurrirse a casos históricos como la primera revolución industrial que se produjo en Inglaterra a finales del siglo XVIII y cristalizó en las primeras décadas del XIX (minería, máquinas térmicas de Newcomen y Watt, telares mecánicos, metalurgia…), el rápido desarrollo industrial de EE.UU. durante el XIX y el de Japón en el XX. Ninguno se vio precedido por un incremento notable de la investigación científica en los campos afectados.

2. INDEPENDENCIA ONTOLÓGICA E INTERACCIÓN CAUSAL ENTRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Aunque la ciencia y la tecnología sean dos entidades independientes, las conexiones entre ambas -defendidas en la tesis de este modelo- han ido en rápido aumento desde el siglo XIX [3, 4]. No obstante, hay cierta tendencia a mostrar tal interacción con un exagerado sesgo favorable al sentido que va desde la ciencia a la tecnología en detrimento del opuesto. Para ello, se recurre a diversos ejemplos de innovaciones tecnológicas basadas en la ciencia.
Es difícil encontrar hoy algún campo de conocimiento científico que no sea escrutado para determinar sus potenciales beneficios comerciales, por lo que todas las ciencias que aún no lo han hecho están en vía de dar lugar a sus correspondientes tecnologías. De este modo, se ha hecho posible, al menos en parte, el programa baconiano que estaba en el origen de la ciencia moderna. A la vez, en la actualidad todas las tecnologías también tienden a generar sus propias ciencias [5].
Ciertamente, durante el siglo XX la práctica tecnológica se ha hecho mucho más científica; pero, al mismo tiempo, la práctica científica también depende cada vez más de las aportaciones de la tecnología: instrumentos y sistemas de precisión, nuevos problemas de investigación, métodos, conocimientos teóricos, conceptos y modelos que se usan como analogías y metáforas, etc. [1].

3. LA TECNOLOGÍA DEPENDE ONTOLÓGICAMENTE DE LA CIENCIA
La tercera posición proviene de la concepción estándar de la filosofía positivista que considera a la tecnología como ciencia aplicada (visión idealista de la tecnología); una tesis a la que algunos filósofos analíticos como Bunge contribuyeron y ha sido transmitido al público por famosos divulgadores de la ciencia como Isaac Asimov y Carl Sagan [6].
La afirmación de que la tecnología no es más que la aplicación de la ciencia equivale a proclamar que el desarrollo tecnológico depende jerárquicamente de la investigación científica. Esta tesis entra en serio conflicto con el hecho histórico de que la tecnología, como acción transformadora, es muchísimo más antigua que la ciencia [7]. La ciencia, como búsqueda sistemática de conocimiento, tuvo su origen en la Grecia Clásica, pero, tal y como se acepta comúnmente, es un fenómeno muy posterior, que puede datarse entre finales del XVI y comienzos del XVII [8]. Por tanto, la tecnología en su conjunto no puede ser ontológicamente dependiente de la existencia de la ciencia, que comparada con la primera es casi una recién llegada a la cultura humana [1].
Puesto que la principal finalidad de los tecnólogos no es contribuir a la elaboración de cuerpos coherentes de conocimientos teóricos -para la tecnología éstos son un medio más que un fin-, no es de extrañar que para muchas personas la existencia de teorías tecnológicas [9] no sea tan evidente como la de teorías científicas. No obstante, se han elaborado muchas teorías tecnológicas en medicina, agricultura, comunicación eléctrica, informática y, en general, en todas las ingenierías existentes; teorías que no son menos complejas que las que provienen de la ciencia.

4. IDENTIDAD ONTOLÓGICA ENTRE CIENCIA Y TECNOLOGÍA: TECNOCIENCIA
Puesto que el nacimiento y desarrollo de la tecnología y de la ciencia están excesivamente distanciados en el tiempo, la identidad ontológica [2] entre ambas es imposible en sus orígenes. Pero hay una tesis que sostiene que la intensificación de las relaciones entre ambas a través de los tiempos ha conducido a su fusión como tecnociencia en la contemporaneidad [1].
De manera general, puede decirse que la tecnociencia (el complejo sistema científicotecnológico) designa el conjunto de actividades de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) en las que ciencia y tecnología están profundamente imbricadas y se refuerzan entre sí para conseguir un beneficio mutuo, tanto en sus procedimientos como en sus resultados.
La tecnociencia surge en el último cuarto del siglo XX por evolución de su precursora la macrociencia [11] y el impulso de algunas grandes empresas de EE.UU., habiéndose expandido luego con mucha rapidez por otros países desarrollados. Como una muestra de ello, la mayoría de los científicos académicos que investigan hoy subvencionados por las empresas o las instituciones gubernamentales tienen que pedir autorización para publicar sus trabajos.
A pesar de todo, aunque la tecnociencia ha ido aumentando desde los años 80, y sigue creciendo durante la primera década del siglo XXI, la ciencia que no sigue ese patrón aún se sigue practicando en buena medida y lo mismo puede decirse de la tecnología que no es tecnociencia, por lo que no parece adecuado identificar en todos los casos la ciencia contemporánea con la tecnología.

5. LA CIENCIA DEPENDE ONTOLÓGICAMENTE DE LA TECNOLOGÍA
Este modelo se apoya en el hecho de que la técnica precedió históricamente a la ciencia. Esta tesis, en la que las teorías científicas se contemplan como instrumentos conceptuales sofisticados de la práctica humana (visión instrumentalista de la ciencia), ha sido defendida por Ihde [10] y guarda relación con el punto de vista materialista de la tecnología propio de la dialéctica del pensamiento marxista, el cual afirma que la ciencia no es más que una forma intensificada de tecnología.
Es evidente que durante el siglo XIX, algunos oficios antiguos generaron ciencias basadas en la técnica; por ejemplo, buena parte del desarrollo de la termodinámica se debe a la reflexión teórica sobre las máquinas de vapor que habían construido los técnicos ingleses del XVIII y la química orgánica industrial se potenció en parte por los intereses de fabricantes de tintes.
Aunque pueda resultar muy atractiva para algunas personas, la tesis instrumentalista de la ciencia sostenida en este modelo falla a la hora explicar el programa teoricista de la ciencia helenista clásica, que se desarrolló de modo independiente de cualquier actividad técnica o interés tecnológico [1].

EPÍLOGO
Aunque algunos de los modelos mostrados pudieran parecer más satisfactorios que otros, quizás lo más prudente sea afirmar que ninguno de ellos es capaz de dar cuenta por sí mismo de las cambiantes relaciones entre la ciencia y la tecnología. La historia de la ciencia y de la tecnología es lo suficientemente rica y diversa como para poder resumir tales relaciones en un único modelo [4]. Por lo tanto, menos aún puede servir alguno de ellos para explicarlas adecuadamente en cualquier época, porque las relaciones no han sido siempre las mismas a lo largo de la historia, habiendo cambiado también a través de los tiempos el ejercicio y la organización de las prácticas científica y tecnológica. Pese a todo, no parece que la ciencia y la tecnología sean una misma entidad, y tampoco que haya una relación causal directa y simple entre ambas.
Sin embargo, aunque la distinción entre la ciencia y la tecnología pueda ser mucho más difícil en el presente, aún es posible discernir entre ellas, incluso en aquellos casos donde ambas forman parte de un mismo proyecto. Como dice Niiniluoto [1]: «el día se distingue de la noche, aunque haya casos límite poco definidos (el anochecer)». Y podríamos añadir que también se muestra difuminado el amanecer.

REFERENCIAS:
[1] NIINILUOTO, I. (1997). Ciencia frente a Tecnología: ¿Diferencia o identidad? Arbor, 620, 285-299.
[2] Ontología, según del «Diccionario de la Real Academia Española», significa «parte de la metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales».
[3] SÁNCHEZ-RON, J. M. (2004). Imagen pública e intereses privados. En F. J. Rubia, I. Fuentes y S. Casado, Coord. (2004): Percepción social de la ciencia, pp. 97- 113. Madrid: Academia Europea de Ciencias y Artes (AECYA)/UNED Ediciones. En http://www.academia-europea.org/pdf/percepcion_social_de_la_ciencia.pdf.
[4] ZIMAN, J. (1976). The force of knowledge. The scientific dimension of society. Cambridge: Cambridge University Press. Traducción de I. Cabrera (1980): La fuerza del conocimiento. La dimensión científica de la sociedad. Madrid: Alianza.
[5] ZIMAN, J. (1984). An introduction to science studies. The philosophical and social aspects of science and technology. Cambridge: Cambridge University Press. Traducción de J. Beltrán Ferrer (1986): Introducción al estudio de las ciencias. Los aspectos filosóficos y sociales de la ciencia y la tecnología. Barcelona: Ariel.
[6] GONZÁLEZ-GARCÍA, M. I., LÓPEZ-CEREZO, J. A. y LUJÁN, J. L. (1996). Ciencia, Tecnología y Sociedad. Una introducción al estudio social de la ciencia y la tecnología. Madrid: Tecnos.
[7] GARDNER, P. L. (1997). The roots of technology and science: a philosophical and historical view. International Journal of Technology and Design Education, 7(1-2), 13-20.
[8] Entre 1670 y 1870 la ciencia pasó de ser una vocación a ser una profesión, siendo William Whewell quien, en 1840, utilizó por primera vez la palabra científico en vez de filósofo natural para designar a quienes practicaban la ciencia.
[9] Las teorías tecnológicas están centradas en el diseño, la construcción, el comportamiento y la evaluación de artefactos y sistemas tecnológicos; esto es, suponen siempre una reflexión sobre la práctica tecnológica. Así mismo, el criterio de validez de una teoría tecnológica no es tanto que sea verdadera o verosímil (racionalidad científica) sino que funcione en la práctica y sea útil (racionalidad técnica).
[10] IHDE, D. (1983). The historical-ontological priority of Technology over Science. En P. Durbin y F. Rapp (Eds.): Philosophy and Technology, pp. 235-252. Dordrecht, The Netherlands: Reidel. IHDE, D. (1997). The structure
[11] Aunque ambas tienen algunos rasgos comunes, también muestran ciertas diferencias. Así, mientras que en la macrociencia representó un importante papel la investigación básica, en la tecnociencia destaca sobre todo la instrumentalización del conocimiento científico para cumplir el objetivo prioritario de lograr innovaciones tecnocientíficas comercialmente rentables. Otras características distintivas de la tecnociencia son: (i) el predominio de la financiación privada sobre la pública en las actividades I+D+I, (ii) la menor importancia relativa del tamaño del proyecto y de los equipos e instrumentos, (iii) su carácter multinacional, (iv) la conexión en red de los laboratorios mediante el uso de tecnologías de la información y comunicación (TIC), (v) la pluralidad y diversidad de agentes tecnocientíficos…

CRÉDITOS:
Acevedo Díaz, José Antonio (2006): Modelos de relaciones entre Ciencia y Tecnología: Un análisis social e histórico; Revista Eureka Vol. 3, Número 2. Eureka es una revista de enseñanza y divulgación de las ciencias publicada por la Asociación de Profesores Amigos de la Ciencia (http://www.apac-eureka.org/revista).
Este documento es un resumen del artículo del profesor Acevedo y se publica aquí únicamente con fines exclusivos de ilustración de la enseñanza, de acuerdo con: Artículo 10 del Convenio de Berna (OMPI); Artículo 22 del Acuerdo de Cartagena, Decisión 351 de la CAN; Artículo 32 de la Ley 23 de 1982 de Colombia. Ver el artículo Limitaciones a los Derechos de Autor.

BIOCOMBUSTIBLES

Caricatura de origen mixto: El texto corresponde al trabajo publicado por Rabanal en la edición No 721 de la Revista Cambio. Por su parte, con el dibujo «Indígena virtual» el caricaturista Crist ganó el Gran Prix del concurso World Press Cartoon de Sintra, Portugal. El dibujo fue publicado originalmente en octubre de 2004 en la contratapa del diario argentino El Clarín. Composición de Edutecno.

EL SABER PRÁCTICO

Actualmente hay consenso respecto a que la educación es fundamental para el crecimiento económico de cualquier país. En este caso en particular, Benjamín Álvarez advierte que uno de los factores importantes para lograr desarrollo económico estable es la competencia humana en términos de capacidad de aprendizaje, de producción, de uso del conocimiento y de adaptabilidad.
Las preguntas que surgen del planteamiento de Álvarez son ¿cómo está respondiendo la Educación Básica y Media en el desarrollo de esta competencia humana? ¿cómo puede la Educación en Tecnología ayudar a los estudiantes a desarrollar el pensamiento práctico que, según el autor, tanto impacto tiene en el progreso de la sociedad?

1. CONOCIMIENTO Y DESARROLLO
1.1 El saber práctico
Por Benjamín Álvarez
«La historia reciente de los conflictos internacionales, el surgimiento de nuevos polos de poder en el mundo y los cambios que están ocurriendo en todos los ámbitos de la vida humana como consecuencia de la ciencia y la tecnología, sobrepasan todas las predicciones que los filósofos e historiadores hicieron en el pasado en relación con el conocimiento como fuente de control e instrumento de transformación del universo natural y social.
Aristóteles, por ejemplo, difícilmente pudo imaginarse las infinitas posibilidades del saber práctico cuando lo opuso al saber especulativo, en razón de su finalidad (De Anima, III, 10, 433, a.13). Mientras que el propósito de este segundo tipo de saber es el conocimiento en sí mismo, el conocimiento práctico estaría orientado a la producción de resultados (v.gr. una tecnología) o a la rectitud de una acción (en términos actuales equivaldría a la formulación de una política).
Según el filósofo, el conocimiento práctico requiere del concurso de otras facultades del espíritu además de la inteligencia, tales como las habilidades de creación (innovación) o de producción (capacidad gerencial) y el apetito por la acción; el criterio de verdad de este tipo de conocimiento estaría más allá de la confirmación teórica, puesto que su objeto es actuar eficazmente sobre las personas y las cosas. El concepto de conocimiento práctico es quizás más rico que el de la investigación aplicada para explicar el papel de la ciencia en la sociedad. En efecto, la investigación llamada básica es con frecuencia una etapa necesaria en un proceso complejo de solución de problemas, en el desarrollo de una tecnología, de un producto nuevo, una vacuna, o aún una decisión política.
Son incontables los pensadores que, desde el tiempo de Aristóteles y desde muy diferentes perspectivas, examinaron las previsibles relaciones entre el saber y la acción, la práctica o el poder. Pero hoy en día esta conexión se impone de tal manera que constituye un patrimonio de la conciencia universal y es un hecho cotidiano.
En particular, a medida que el saber práctico y la información se vuelven más necesarios para el progreso de la sociedad y para el bienestar personal de cada individuo, el valor económico del conocimiento cobra una mayor importancia. Tanto así que, visto en perspectiva histórica, el crecimiento o desarrollo económico no ha sido otra cosa que el aumento en la capacidad social para controlar la naturaleza, es decir, para aplicar nuevos conocimientos a la manipulación productiva del mundo.
Los economistas suelen concebir el producto como una función de dos factores básicos: el capital y el trabajo (agregando a veces la tierra, es decir, los recursos naturales como un tercer factor de producción). Pues bien, esta función resulta muy adecuada cuando se habla de una empresa individual, del conjunto de una industria o aun de un país en determinado momento. Pero cuando se trata de explicar cambios de largo plazo en un mismo país o de explicar la diferencia de ingreso entre países ricos y países pobres (es decir, cuando se trata del crecimiento económico como tal), la dotación de capital, de trabajo y de recursos naturales explica apenas la mitad o menos de las diferencias en el producto total. El resto de la variación en el producto, denominada productividad total de los factores, resulta del cambio tecnológico, o sea, de utilizar una cantidad dada de capital, de trabajo y de recursos naturales bajo una tecnología más o menos moderna y productiva.
El conocimiento aplicado ha sido y es, pues, la clave del desarrollo económico. La localización geográfica, el tamaño y otras variables han demostrado un valor explicativo muy limitado del desarrollo de los países. La estabilidad política y la flexibilidad, la capacidad de adaptación de las instituciones y la competencia humana, por el contrario, parecen ser condiciones sine qua non para lograr metas de desarrollo, como la trayectoria de las economías de industrialización reciente o NIC tiende a confirmar. Además de implantar políticas macroeconómicas adecuadas, la existencia de una capacidad (institucional y humana) parece constituir un ingrediente esencial para el progreso.
Las políticas económicas por si mismas no hacen milagros. Pasar de un modelo económico a otro con características opuestas no es suficiente para lograr un desarrollo estable, conquistar un lugar en el complejo mapa del poder internacional y aumentar las opciones que puedan mejorar las condiciones de vida. Es imprescindible disponer de una competencia en el gobierno, en la industria y en la educación.
Se trata de la competencia humana en términos de su capacidad de aprendizaje, de producción y de uso del conocimiento y de la adaptabilidad a las instituciones para el logro de objetivos colectivos. Algunos, inclusive, han llegado a la conclusión de que «poco importa que no se posean ni minerales ni recursos energéticos ni capital. Poco importa que ni siquiera se posean las infraestructuras de producción; lo verdaderamente indispensable es el conocimiento» [1]».

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] De Closets, F., Communauté européanne, No 102, 1967.

CRÉDITOS
Álvarez Heredia, Benjamín -compilador- (1993): Ciencia y tecnología, retos del nuevo orden mundial para la capacidad de investigación en América Latina. Bogotá: Instituto de Estudios Liberales. El profesor Álvarez es representante regional para América Latina y el Caribe del Centro Internacional de Investigación para el Desarrollo, CIID, Montevideo, Uruguay.
Este fragmento está compuesto por apartes de las páginas 11-13 del mencionado libro y se reproduce aquí únicamente con fines exclusivos de ilustración de la enseñanza, de acuerdo con: Artículo 10 del Convenio de Berna (OMPI); Artículo 22 del Acuerdo de Cartagena, Decisión 351 de la CAN; Artículo 32 de la Ley 23 de 1982 de Colombia. Ver el artículo Limitaciones a los Derechos de Autor.

FERIA MADRID ES CIENCIA

Entre el 24 y el 27 de abril pasado se llevó a cabo la IX Feria Madrid es Ciencia, una iniciativa que busca acercar la Ciencia a los ciudadanos madrileños. Este evento es gratuito para todos los públicos y mediante talleres, experimentos, charlas, debates, demostraciones científicas, exposiciones y juegos, se presentan temas de investigación y tecnología de última generación.
Entre los objetivos de la feria tenemos: Difundir la cultura científica y la investigación actual mediante una acción festiva y motivadora; Comunicar la ciencia que se realiza en los centros docentes e institutos de investigación a través de sus actores principales; Estimular el interés y la curiosidad por la ciencia y la tecnología mediante la observación, la experimentación y el análisis; Mostrar cómo la ciencia influye en el desarrollo económico; Acercar la ciencia a las personas para que la perciban como algo propio; y Presentar la ciencia y la tecnología como un valor cultural.
Este año fueron más de 220 las entidades participantes, entre centros educativos, museos, centros de investigación, empresas, fundaciones, asociaciones científicas y ONG, que tendrán su presencia en la Feria. Asimismo, esta IX edición contó con Portugal como país invitado, que estará presente a través de Ciencia Viva, su Agencia Nacional para la Cultura Científica y Tecnológica.
Esta feria se enmarca en las acciones específicas del área de Ciencia y Sociedad del VI Programa Marco de la Unión Europea, cuyo objetivo principal es alentar el desarrollo de relaciones entre ciencia y sociedad, así como contribuir a que los científicos reflexionen de manera crítica y adopten una aptitud más receptiva ante las preocupaciones de la sociedad.
http://www.madrimasd.org/madridesciencia/default.aspx

NORMA TÉCNICA PARA EL DISEÑO DE AMBIENTES ESCOLARES

La Norma Técnica Colombiana NTC 4595, titulada «Ingeniería civil y arquitectura; planeamiento y diseño de instalaciones y ambientes escolares», recoge la experiencia de treinta años del Instituto Colombiano de Construcciones Escolares (ICCE) en la realización de estudios, manuales y cartillas sobre espacios docentes. Bajo la exigente dirección del ICONTEC se definieron en 1999 los requisitos mínimos con que deben contar las áreas físicas y las dotaciones de las Instituciones Educativas.
La norma 4595 es una herramienta de control fundamental para la comunidad educativa de cualquier Institución ya que aporta elementos para la transparencia en la contratación y supervisión de cualquier obra civil con destino a la educación. A continuación se presenta un resumen de los capítulos con disposiciones que tienen impacto sobre el Aula de Tecnología o hacen referencia a esta:

4.2 AMBIENTES PEDAGÓGICOS BÁSICOS
En la norma 4595, los Ambientes Pedagógicos básicos de una institución educativa se clasifican en seis tipos, etiquetados con las letras que van de la A a la F. El Ambiente tipo C es el que nos ocupa, pues en él se clasifica el Aula de Tecnología. Este ambiente es un lugar en el que se desarrolla «tanto el trabajo individual como el trabajo ‘cara a cara’ en pequeños grupos (2 a 6 personas) con empleo intensivo de equipos e instalaciones. Se caracteriza por ofrecer lugares con altas especificaciones de seguridad, mucha demanda de servicios de aseo y áreas importantes para el almacenamiento prolongado y la exhibición de proyectos pedagógicos y materiales especializados» (4.2.3).
Según la Norma, un Aula de Tecnología (ambiente C) requiere un espacio de 2.3 a 2.5 m2 por cada estudiante (4.2.3.1). Sin embargo, ambientes con capacidades menores de 40 estudiantes deben incrementar su área por estudiante a razón de 0.1 m2 por cada diez estudiantes menos. Así, un Aula de Tecnología para 20 estudiantes demandará un incremento de 0.2 m2 por estudiante, de manera que cada uno disponga de al menos 2.7 m2 (4.2.3.2). También se «asumen para el cálculo, las áreas de las mesas de trabajo en grupo, área para un tutor, un tablero o monitor, un computador, áreas de almacenamiento y exposición de elementos y previsión para un cubículo de trabajo para un grupo reducido. Se tiene en cuenta el acceso y la ubicación de, al menos, una silla de ruedas a un puesto de trabajo en grupo» (4.2.3.2). Por otra parte, talleres en los cuales se realicen actividades que requieran materiales y equipos voluminosos demandan un estudio específico y pueden estar en rangos de área superiores a los 5 m2 por estudiante (4.2.3.3).

5. REQUISITOS ESPECIALES DE ACCESIBILIDAD
Según la resolución número 14861 de 1985 del Ministerio de Salud, la accesibilidad se define como la eliminación de barreras arquitectónicas, de comunicación, de transporte y de información, para permitir a una persona acceder a servicios de educación, de salud, de trabajo…
Con respecto a las puertas, su diseño y construcción debe cumplir con unas características básicas: «Deben tener un ancho útil no inferior a 0.80 m, deben llevar manijas de palanca, ubicadas a máximo 0.90 m del piso y separadas 0.05 m del borde de la hoja». Tanto el color de la manija como el de la puerta deben contrastar con los fondos donde se ubican para que sean fácilmente localizables (5.3.1.1). «Para su uso adecuado, las puertas deben contar con un espacio libre de ambos lados de las mismas, con dimensiones de 1.50 m del lado de la apertura y 0.45 m del lado opuesto, teniendo cuidado de que la inclinación de la superficie de circulación sobre la que abren no sea superior al 2%. Si son puertas batientes, deben tener un espacio libre a ambos lados de las puerta equivalente al ancho de la hoja más un metro» (5.3.1.2).
Adicionalmente, en las Aulas de Tecnología se debe contar con «extractores de polvo y vapores cuando existan máquinas que los generen; se debe indicar en el piso las áreas de trabajo de cada máquina y señalizar con marcas luminosas, auditivas y de lenguaje de señas la presencia de máquinas activadas» (5.3.4.2).

6.2 INSTALACIONES ELÉCTRICAS
«El cálculo, el diseño y la construcción de las instalaciones eléctricas para las instalaciones escolares se rigen por lo dispuesto en el Código Eléctrico Colombiano NTC 2050». Las tomas eléctricas en el Aula de Tecnología (ambiente C) se dispone de la siguiente forma: El número de tomacorrientes dobles debe determinarse «de modo que ningún punto a lo largo de la línea del suelo en ninguna pared esté a más de 1.80 m de un tomacorriente en ese espacio, medidos horizontalmente, incluyendo cualquier pared de 0.6 m o más de ancho y el espacio de pared ocupado por paneles fijos en los muros exteriores, pero excluyendo los paneles corredizos en los muros exteriores» (6.2.1.1). Si se tiene previsto el uso de computadores, «se debe instalar adicionalmente un tomacorriente doble por cada computador» (6.2.1.2).

6.3 ILUMINACIÓN ARTIFICIAL
La iluminación artificial del Aula de Tecnología debe corresponder a una iluminancia de 300 Luxes y la luminaria recomendada es la fluorescente (6.3). Sin embargo, «donde existan máquinas rotatorias, como suele ser el caso de talleres, se preferirán las bombillas incandecentes o de mercurio. En el caso de utilizar tubos fluorescentes, éstos deben estar dotados de balastros de alto factor que corrijan el posible efecto estroboscópico mediante su distribución adecuada en los distintos circuitos de iluminación» (6.3.1).
Por otra parte, «los interruptores deben estar ubicados en puntos cercanos a los accesos de los diferentes ambientes y controlar en forma sectorizada el funcionamiento de las lámparas, de tal forma que se puedan activar de manera independiente las zonas más alejadas de las aberturas para iluminación natural» (6.3.2).

7.3 COMODIDAD TÉRMICA
Se refiere a las condiciones ambientales apropiadas para que el clima no perturbe significativamente la realización de actividades escolares.
Los espacios conformados por las instalaciones escolares y en especial los que cubren ambientes tipo C, «deben contar con ventilación natural cruzada. Esto es, que las aberturas para ventilación, sean ventanas, celosías, tejas con orificios, lucetas, puertas abiertas, etc. o combinaciones de estas; deben estar distribuidas de manera homogénea en las superficies que delimitan en espacio para que garanticen el paso del aire a todo lo largo y/o ancho del mismo» (7.3.3).
El área efectiva de las aberturas para ventilación; es decir, sin marcos u obstrucciones, según los diferentes climas frío-templado, cálido seco y cálido húmedo, debe ser la siguiente para los ambientes tipo C (aulas de Tecnología):
Frío/templado (5°C a 22°C; Humedad entre 40% y 60%): de 1/12 a 1/10 del área de la planta.
Cálido seco (5°C a 35°C; Humedad entre 10% y 60%): 1/8 del área de la planta.
Cálido húmedo (22°C a 32°C; Humedad entre 65% y 95%): 1/5 del área de la planta (7.3.5).
Por otra parte, la altura mínima de piso para los ambientes tipo C, medida perpendicularmente desde el piso fino hasta la parte más baja del cielo raso, según los diferentes climas debe ser (7.3.6):
Frío/Templado: 3.0 m
Cálido seco: 3.5 m
Cálido húmedo: 3.5 m

7.4 COMODIDAD AUDITIVA
Esta disposición hace énfasis en la adecuación sonora de los diferentes recintos educativos para la buena audición sin utilizar medios electrónicos de amplificación. «Cuando existan maquinarias o montajes generadores de ruido, deben anclarse sobre bases sólidas debidamente aisladas con materiales elásticos que disminuyan su vibración y de ser posible ubicarse en lugar aislado» (7.4.5).

8.4 PREVENCIÓN DE RIESGOS POR USO DE LAS INSTALACIONES ESCOLARES
En los ambientes correspondientes al Aula de Tecnología (tipo C), se debe «minimizar la distancia entre las áreas de trabajo y los cuartos de almacenamiento y preparado de muestras y equipos, para evitar el desplazamiento innecesario de sustancias, Las sustancias altamente combustibles siempre deben almacenarse en cobertizos exteriores, Los elementos y las sustancias de uso frecuente en laboratorio pueden almacenarse en pequeñas cantidades, en cuartos construidos con materiales de alta resistencia a la combustión y provistos de ventilación adecuada. Cada cuarto de preparación debe contar con una pileta que permita, en una emergencia, el lavado inmediato de ojos. La distancia entre bancos o mesas de trabajo en áreas de laboratorio no debe ser inferior a 1.2 m en cualquier dirección a otros bancos o elementos. Los extractores de olores deben garantizar evacuación efectiva para que los gases no retornen a los ambientes. Las áreas de laboratorio y taller deben estar preferiblemente servidas por extintores» (8.4.7).

CRÉDITOS:
Norma Técnica Colombiana NTC 4595, 1999-11-24. Norma editada por el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec) y publicada por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia.